Como duele el tiempo sin ti…
Las noches de cada día me escuchan susurrar tu nombre. Días largos, sin remedio, sin salvación, sin esperanzas de verte u oírte.
Me tumbo en mi cama, cierro los ojos y me sugiero a mi misma que «podrías estar llegando a casa».
Tocar a mi puerta…
Sonreírme…
Y luego besarnos…
Pero con ironía y mirando a mi alrededor, exhalo en la realidad de un silencio iluso.
La ausencia de ti me arrastra al laberinto de la nostalgia, y rompo a llorar en la soledad absurda de mi casa vacía.
Vacía como mi alma .
LAS MARIPOSAS DE VITELLA 
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Gran entrada, digna de ser disfrutada en toda su inmensidad, en toda su magnitud, dejando que cada letra rezume el mensaje que contiene y nos cale hondo. Tantas casas vacias, tantas almas pidiendo inquilino permanente…